Dice el refrán que “con pan y vino se hace el camino”. En La Rioja, a este binomio hay que sumar el sabor intenso y penetrante del chorizo, un producto de tradición centenaria cuya elaboración es transmitida de padres a hijos y que tiene como resultado uno de los alimentos más icónicos de la región. Un producto que destaca por su calidad y sabor, dentro y fuera de nuestras fronteras.
Ubicada entre cadenas montañosas, La Rioja es mundialmente conocida por ser la tierra de origen de algunos de los vinos más apreciados en todo el mundo. Pero, además de la tradición vitivinícola, la región cuenta con un importante legado gastronómico mundialmente apreciado. El chorizo de La Rioja es uno de los alimentos más reconocidos de la gastronomía de la región gracias a su combinación de calidad, sabor, tradición y salud.
La geografía de la región y su accidentada orografía crean un microclima frío y seco excepcional para la curación y la conservación de los derivados del cerdo, entre ellos y por encima de todos, el chorizo. Si pensamos en La Rioja, no hay almuerzo, merienda o comida de celebración donde no estén presentes un plato de chorizo y un buen vaso de vino. Un maridaje perfecto que es sinónimo de calidad.
Desde hace decenas de años, cuando la agricultura era el principal medio de vida, hasta nuestros días, vino y chorizo están íntimamente ligados a la cultura popular.
La vida rural no era fácil, pero las dificultades del campo eran más llevaderas cuando el equipaje incluía un odre, un pan y el indispensable trozo de chorizo riojano. Una comida simple pero reconfortante que años atrás elevaba el ánimo de los jornaleros tras horas de arduo trabajo. A pesar de que el estilo de vida ha cambiado de manera acorde a los nuevos tiempos, en La Rioja no se renuncia a los grandes placeres de la vida y los productos de la región siguen estando presentes en cualquier celebración u ocasión especial.
El éxito de la cocina riojana se cimenta en el cuidado por lo autóctono, en el mimo a la hora de tratar y elaborar los productos locales, y ello le ha valido importantes reconocimientos como el sello de Indicación Geográfica Protegida (IGP) del chorizo riojano o la Denominación de Origen (DO) de sus vinos más prestigiosos.
Un matrimonio de éxito y de calidad reconocida, que traspasa fronteras gracias a su sabor y autenticidad.
No lo olvides, si lleva el sello de la IGP, es Chorizo Riojano de máxima calidad.