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IGP

NO LO OLVIDE, SI LLEVA EL SELLO DE LA IGP, ES CHORIZO RIOJANO DE MÁXIMA CALIDAD

EL SABOR AUTÉNTICO RIOJANO

Carne magra y pimentón de primera calidad, sal, ajo y tripa de cerdo natural son los ingredientes necesarios para elaborar el chorizo tradicional riojano. Así de sencillo, así de natural.

Y para salvaguardar la excelencia del producto, se ampara bajo la IGP CHORIZO RIOJANO, promovida por el Gobierno de La Rioja, que sirve para garantizar el SABOR AUTÉNTICO del chorizo elaborado en La Rioja y que se distingue del resto por su sabor suave, aromático, ligeramente picante y especiado y su color rojo intenso.

PRODUCTO DE CALIDAD EUROPEA

La Rioja es universalmente conocida por ser «la tierra con nombre de vino» y, unida a su tradición vitivinícola, está la gastronómica. La elaboración del chorizo riojano se remonta en La Rioja al origen de nuestros tiempos. No hay almuerzo, merienda o comida de celebración, donde no estén presentes un plato de chorizo y un buen vaso de vino.

LA CONSERVACIÓN DE LOS ALIMENTOS HA SIDO UNA DE LAS TAREAS A LAS QUE LOS PUEBLOS HAN DEDICADO GRANDES ESFUERZOS, A FIN DE GARANTIZAR LA SUBSISTENCIA

NUESTRA TIERRA

La geografía de la región y su accidentada orografía, con dos cadenas montañosas que la delimitan por el norte y el sur, crea un microclima frío y seco excepcional para la curación y la conservación de los derivados del cerdo.

En el caso del chorizo los pueblos de los valles del Najerilla, del Iregua y del Leza han sido desde siempre, los de mayor tradición chacinera. Cuando la industrialización llega a La Rioja en la segunda mitad del siglo XIX, es fácil adivinar que en estas comarcas se desarrollará una potente industria cárnica.