Tesoros gastronómicos como el chorizo riojano o el vino son sin duda los grandes embajadores de la Rioja. Pero productos de tan larga tradición no se pueden separar de su lugar de origen, por eso merece la pena adentrarse en la Rioja para conocer los secretos de una tierra que sorprende por la enorme riqueza de cada uno de sus rincones. Únete a nosotros en esta aventura a la riojana y descubre por qué es un destino ideal para disfrutar de parajes naturales únicos en cualquier época del año. ¿Te vienes?
Una pequeña región que alberga todo un mundo
Puede que La Rioja sea una de las comunidades autónomas más pequeñas de España, pero el tamaño poco importa cuando descubres su increíble variedad de paisajes. Aquí confluyen el clima mediterráneo y el atlántico, creando unas condiciones naturales únicas para el despligue de su riquísima naturaleza. Campos, prados, montes, valles, cumbres nevadas, bosques... diríamos que solo le falta el mar, pero son tantos los ríos que bañan estos parajes que nunca lo echarás de menos.
Si El Señor de los Anillos se hubiera rodado en España, habríamos visto elfos correr por La Rioja, nuestra Nueva Zelanda particular. Y es que aquí hay tal variedad de paisajes que puedes hacer de todo: esquiar en invierno, cabalgar entre viñedos, practicar senderismo atravesando valles verdes o montar en bicicleta por campos cubiertos de flores. Esta riqueza paisajística y sus temperaturas suaves no solo son ideales para la elaboración del auténtico chorizo riojano, también invitan a visitar cada rincón y empaparse de su naturaleza.
Aventura, deporte, naturaleza y cultura
Un marco así hay que vivirlo en primera persona, y en La Rioja aguardan aventuras al gusto de todos. El arte del paseo se convierte en un placer para todos los sentidos cuando te adentras en alguno de los espacios naturales que visten de verde esta región, como los Parques de Sierra de Cebollera y los Sotos de Alfaro, espacios protegidos por su valor ecológico y paisajístico
Son muchas las rutas de senderismo que se pueden combinar con otras actividades, como el avistamiento de animales o la visita a enclaves históricos de gran valor. El territorio riojano está salpicado de vestigios romanos, ermitas románicas, castillos y monasterios, como los imprescindibles de Suso y Yuso en San Millán de la Cogolla, Patrimonio de la Humanidad. Y siempre hay que pasarse por alguno de sus famosos viñedos, ya sea para recorrerlos en bicicleta, a bordo de un globo o en alguna de las rutas a caballo que incluso organizan las propias bodegas. Ancestral tierra de paso, otra buena opción es convertirse en peregrino tomando el tradicional Camino de Santiago.
Si te va más la aventura activa puedes animarte a descubrir sus bosques y sierras a ritmo de trekking o montar una acampada para maravillarte con las noches estrelladas en plena naturaleza. Escalada, golf, montañismo, esquí... la oferta deportiva se completa con la variedad de deportes naúticos que se practican en los ríos, también un paraíso para los amantes de la pesca deportiva. Y si eso te sabe a poco, encontrarás muchos circuitos multiaventura para ponerte a prueba, adaptados a todas las edades. ¡Incluso podrás divertirte entre dinosaurios! ¿Sabías que esta región atesora algunos de los yacimientos paleontológicos más importantes de Europa?
Tanta actividad abre el apetito, por suerte ninguna visita a la Rioja estará completa sin dar buena cuenta de su magnífica gastronomía. No importa la ruta que sigas, en todos los caminos aguardan pueblos llenos de encanto donde siempre habrá una olla al fuego para reconfortar al caminante. No es raro encontrarse con mercados tradicionales que celebran el producto regional, con el tentador aroma de los hornos que inunda las calles dando la bienvenida al visitante. Y si en las principales localidades como Logroño o Calahorra se practica la clásica ruta del pincho, los aventureros podrán recargar energías llenando las mochilas con víveres para el camino.
Eso sí, nada de barritas de muesli o snacks para modernos; para vivir una auténtica aventura a la riojana hay que celebrar los productos locales artesanales. Y hay pocas cosas más tradicionales que un buen bocadillo de chorizo preparado con pan de verdad y el auténtico chorizo IGP riojano, la combinación perfecta de tradición y sabor. ¿A dónde te va a llevar tu próxima aventura?